Me di cuenta que me molestan las etiquetas, las definiciones. No entiendo la necesidad de de decir "y yo soy así, colgada" o "él es impuntual, ya sabés", para qué? acaso uno es siempre igual? acaso las cosas no pueden cambiar? Acaso la gente no tiene la suficiente fuerza de voluntad como para cambiar lo que no le gusta?
 Las etiquetas limitan, porque si bien dicen lo que sos, a la vez dicen lo que NO sos, y algo peor, dicen lo que no podes ser. Una etiqueta no te deja progresar, no te deja moverte. "Siempre va a ser así, las cosas son así, aceptalas y viví con eso." No, no quiero. Por qué? La verdad es que si con mis 18 años ya tengo que resignarme y aceptar todo tal cual es, me pego un tiro. Porque está todo bastante podrido, por todos lados, desde un novio que no fue, o un papá que no te habla hasta un nene que no tiene para comer. "Y bueno, la vida es así, injusta." Sí, que es injusta no tengo dudas, pero de ahí a aceptarla tal cual es, y no hacer nada por cambiar nada? No sé vos, pero no es mi estilo, no es lo que quiero para mí. 
 Ese discurso al que nos tienen acostumbrados de que las cosas son así y no cambian, no mejoran. Esa parálisis que nos transmiten, que nos inmoviliza y nos deja inactivos, como amebas, como robotitos, haciendo todo como hay que hacer, sin cuestionarse nada. Y lo que más raro me resulta es que se cuestiona más lo bueno que lo malo, porque lo injusto, lo que está mal, lo que duele, lo que enoja, nos enseñan a aceptarlo o a entender. Es entendible que un tipo cague a otro para conseguir más dinero, está mal, diría cualquiera, pero el motivo se entiende, no resulta ilógico, es algo común. Es entendible que un político robe, estamos tan acostumbrados que hasta decimos "y bueno, roba, pero roba menos que los otros". Es entendible que un Marido o una Esposa le sea infiel a su marido "y bueno se cansó, tantos años, no se llevarían bien, es la culpa de los dos." Y así millones de ejemplos. El tema es cuando uno hace alguna obra de bien a cambio de nada material, ahí sí cuestionamos todos no?: "Y para qué llevas las botellas a reciclar hasta allá lejos? Que hincha bolas! Pero alguien te ve? Te ganas algo? Sirve para algo? Y ese tipo donó tanta plata porque sí? Quería prensa, seguro..." Y así otros millones de ejemplos más. Eso no es tan entendible, ni tan lógico, ni tan común, es raro.
 Yo sé que la línea entre lo bueno y lo malo es muy delgada y hay que ver quién la mira para saber mas o menos dónde está, que todo eso que viene acompañado con la moral y la ética de cada uno, pero por lo menos, desde mi punto de vista me resulta indignante. Y sí, no sé si se notó pero estoy indignada, de lo pasivos, inactivos, automáticos que pretenden que seamos. Me molesta que todo al rededor sea por y para legitimar las injusticias, las desigualdades, las faltas de códigos, las faltas de respeto. Y aunque me tenga que dar la cabeza contra la pared más de una vez, y aunque me cruce con mil obstaculos y más de una vez tenga que recaer en aceptar las cosas tal cual son, no voy a dejar que una etiqueta de algo o alguien me diga cómo tengo que actuar y pienso intentarlo hasta que la fuerza se me vaya, porque prefiero haber hecho algo por cambiar un poquito algo, que quedarme en un "bueno la vida siempre fue así y vos siempre fusite así, soñadora".