18.3.12

Dicen que las situaciones límites llevan a una persona a plantearse cosas que en otro momento no se hubiese planteado. Yo no estuve en mi límite pero vi el límite de alguien, de alguien muy cercano. No entiendo todavía mucho, diría que entiendo muy poco, pero me sorprende como una situación me cambia la forma de ver tantas cosas. Cosas que uno dice sin darle real valor y que ahora, hoy, cobran otro sentido, uno más sincero.

 Situaciones que uno no piensa que va a vivir y que las deja para Policías en Acción, hasta que pasan y reaccionas de una forma que no te crees capaz. Todavía se me aflojan las piernas al pensar en la noche que pasamos, aunque sé que vos ya estás bien y lo único que te quedaron son esas hormiguitas molestas. Pero siempre algo se rescata de estas cosas, aprendizajes. Saber la gente que está ahí para vos, o para ese alguien, que ayudan, que ponen todo de ellos aunque sepan que después se van a comer una cagada a pedos gigante, que corren atrás y llaman, esa gente de fierro que uno no se espera que sean tan incondicionales. No me pasó a mi, no, pero yo también estoy agradecida a esa gente que pudo estar y estuvo. Es raro, pero uno en estos momentos toma otras dimensiones de las cosas. Lo que no te mata te fortalece, y creo que anoche todos nos hicimos un poquito más fuertes.

Y a vos chiquitina, nada, cuidate porque te vas vos y nos vamos unos cuantos atrás tuyo. Gracias por dejarme devolverte algo de lo que me diste en tantos años de amistad, te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario