16.1.10

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EXTRAÑAR
Qué verbo de mierda, no?


Odio hacerlo, y sin embargo no lo puedo evitar (como tantas otras cosas de las que no puedo escapar). Ese deseo de querer ver, hablar, tocar a algo o alguien y el saber que, por lo menos en ese momento, no podés ni vas a poder por un tiempo. El peor de mis caprichos.
Extraño a mi viejo, a mi hermano y a su mujer. Extraño a mis abuelos que ya no están, y que sé que no van a volver. Extraño a mi novio, y a mis amigos de S.E.T.I.A.
Creo que debería ser menos doloroso para mí, y de hecho, llegué a pensar que era inmune a ese verbo/sentimiento. Después de tanto años de llevarlo conmigo casi ni lo sentía. Pero no, renace como el ave fénix, si es que en algún momento murió.
Hoy me doy cuenta que estar acostumbrada a extrañar no significa que no extrañe más, que no me duela más, por eso mismo, odio hacerlo.

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