Y mientras el vino caía supe que de algún lejano rincón de otra galaxia, el amor que me darías transformado, volvería un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da. Nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario